Tras la huella de la historia dispersa

Miércoles, 28 de Febrero 2018

El Archivo General de la Nación desarrolla en la actualidad un proyecto de rescate de patrimonio documental, con el objetivo de recuperar y resguardar la memoria histórica del país, al tiempo que garantizamos que la misma se encuentre a disposición de todos los interesados en este espacio llamado a conservarla.

Con este plan, pretendemos obtener, en calidad de donación o préstamo, documentación sensible e importante, de interés general, que está en posesión de particulares, instituciones y empresas dentro y fuera del país, que en muchos de los casos no disponen de los medios para conservarla adecuadamente.

Cuando hablamos de documentos, nos referimos a fotografías, cartas, notas manuscritas, libros, actos notariales, contratos, discos, partituras, canciones, cuadernos de notas, videos, cintas magnetofónicas, hasta objetos si se da el caso, que hayan tenido una particular significación en el devenir histórico de la nación.

Muchas veces nuestros padres, nuestras tías y tíos, abuelas y abuelos, guardan verdaderos tesoros en sus armarios, gavetas y hasta debajo del colchón, los cuales no siempre son valorados por quienes los encuentran, por desconocimiento.

Es aquí donde interviene el equipo del AGN, para valorar la pertinencia de la conservación de determinado documento. Puede ser un libro cualquiera, pero si tiene una dedicatoria especial, con firma de un autor prominente, pasa a ser un documento con  valor intrínseco. Una fotografía antigua en una población remota con personalidades de la vida común, tiene un valor para investigadores, e incluso para familias que hurgan en el pasado para entender su presente.

Igualmente la antigüedad, el estado de conservación, la imagen, las voces que se escuchen, les asignan un valor a esos soportes, independiente de su contenido, siempre tienen un valor.

La idea es concientizar sobre la importancia de guardar y conservar, nunca botar o destruir, además de poner en manos del AGN para uso en el perfil histórico de la comunidad o del país. Si no se quieren desprender de un recuerdo familiar, en el AGN estamos en capacidad para copiar, digitalizar e incluso restaurar si así lo demanda el estado de deterioro de la documentación, y luego devolverla a sus propietarios.

Disponemos en este momento de tres investigadores, Genaro Rodríguez, en España, Olivier Batista en Francia y Gerardo Cabrera, en Cuba, quienes ya han identificado documentos y libros de vital importancia para el acervo documental del país.

La idea es que la población se sume, que quien tenga documentos los done, los preste, los ceda. Que no los bote, porque son vestigios del pasado, valiosos para todos.